lunes, diciembre 08, 2014

CURSO BASICO DE INJUSTICIA (2) LA PUBLICIDAD (2)




“La publicidad manda a consumir y la economía lo prohíbe. Las órdenes de consumo, obligatorias para todos pero imposibles para la mayoría, se traducen en invitaciones al delito.” "













Una economía establecida exclusivamente con el propósito de mantener e incrementar las riquezas de unos pocos millonarios (que es lo que quiero decir con la expresión “Enriquecer millonarios”) necesariamente te obliga, te impone, te convence, te adoctrina y todo el tiempo se propone convertirte en Comprador(a) Compulsivo(a). Para eso cuenta con el aparato propagandístico más poderoso y efectivo que existe: las telecomunicaciones, es decir, la Televisión, Prensa, Radio y el Internet. Son los instrumentos  que te dominan y  te domestican. Las costumbres, hábitos, modas, opiniones,  valores, moral, juicios y prejuicios, todo te es impuesto por el bombardeo continuo de propaganda comercial (que también es política y tú no te das cuenta), y te convierte en un paje útil del sistema. Tu  propósito en la vida es enriquecerlos, lo quieras o no. Sin ningún esfuerzo, lo único que tienes que hacer es lo que la mayoría hace: comprar-consumir. Veamos ejemplos para ver si este disparate es tan disparate como a ti te parece. ¿Cuántas veces has entrado a una mega tienda o farmacia, a comprar algo y terminas comprando de paso dos o tres cosas adicionales  que realmente no necesitabas? Si decides hacer ejercicios o caminar para rebajar, ¿verdad que no piensas en un pantalón y unas tenis viejas? Terminas comprando todo un equipo de los que anuncian con actores que no necesitan hacer ejercicios y que enmohecerá después que te aburras de él.  O te metes en un ajuar costosísimo con guantes y pesitas por el qué dirán.  ¿Y qué me dices de las que contratan un “Personal Trainer”?

La Prensa (No los Periodistas)  es también instrumento de propaganda y dominación. ¿O es que hay más noticias que anuncios? ¿Te diste cuenta? Los “Shoppers”, antes venían llenos de colorido metido en el periódico de los jueves.  Ahora  los “Shoppers” vienen todos los días y traen noticias. ¿Cuántas  veces en la semana dejas de otearlos? ¿Cuántas veces has llegado a tu casa contento(a) a contarle a tu pareja  todo lo que te ahorraste al comprar ese tremendo especial que compraste y que probablemente no necesitabas? ¿Te das cuenta del disparate que has dicho? Nadie ahorra al comprar. Pero te atosigaron esa mentira hasta que el subconsciente la convierte en una verdad salomónica. ¿Quién te convenció o adoctrinó para que concluyeras, cónsono con la mayoría de las personas, que ahorraste porque compraste más barato, necesítelo o no? Si estas sonriendo y se te han calentado las orejas, bienvenido. Eres parte del montón. Antes era más fácil: Ahorrar era simplemente no comprar. Ahora lo absurdo es no comprar.

¿Y la caravana de eventos donde se conmemora comprando a través de todo el año? “Santa Claus”, antes era un solo juguete para el niño pobre y quizás uno más caro o dos para la familia de mejor ingreso, en Navidad o en Reyes. Y el niño se concentraba en ese único juguete con el que al jugar, su mente solo tenía que cambiar el libreto de la imaginación, para inventar nuevos escenarios de juegos protagonizados por él y su único juguete. (Ahora no hay forma ni necesidad del niño concentrarse pues se salta de un juguete a otro sin imaginación alguna.) Ahora la multitud del consumo madruga dócilmente para la fila del especial, pelea si es necesario con quien intente arrebatarle su “ganga”, hipoteca el futuro con la  tarjeta de crédito, para luego ver los montones de juguetes al lado del  “dron” de la basura antes de que Cristo vuelva a resucitar al final de la Cuaresma.  Los Tres Reyes Magos (para los millonarios) solo existen para rematar en especial los juguetes que no se vendieron en Santa Claus. (Navidad, es para el resto de nosotros). De ahí en adelante, entre cumpleaños, remates, liquidaciones, pre-inventarios, cierres  y ventas especiales; viene San Valentín, Pascua (De huevos y conejos), el primer fin de semana largo de playa, las Madres, el verano, los Padres, más verano, la escuela, Halloween, Thanksgiving, y si no se me quedó algo, volvió Navidad y el embrollo. ¿Y quién se beneficia de eso? Solo un puñado de millonarios.

¿Recuerdas cuando los enseres eléctricos duraban muchos años? Pregúntale a tu abuela si todavía tiene el Osterizer (porque ni licuadora le decíamos). ¿Y cuánto duraba un taladro eléctrico que hasta lo podíamos llevar a cambiarle las escobillas?  Vete ahora. Cuesta menos uno nuevo. Bienvenidos al mundo de lo desechable. ¿Y cuántos enseres o equipos de esos duermen el sueño de los justos en gavetas y anaqueles añorando por que los vuelvan a usar?  ¿Los compraste porque eran lo moderno o porque ibas a ser el “Do it yourself Handyman”? ¿Quién gana cuando lo que compramos se daña justo cuando estaba a punto de ser nuestro y no del Banco? Solo un puñado de millonarios.

¿Si se mete un ciempiés al closet de tu casa, podría no salir descalzo? ¿Estará atiborrado de ropa tu closet con piezas que van años que no usas y aún te sirven? ¿Se te estruja lo recién planchado? ¡Qué mucho ahorraste! ¿Eres o no eres otro del sistema de compulsión consumista? Terminas botando lo que puedes usar ¿Y quién se beneficia de eso? Solo un puñado de millonarios.

¿Qué si se contagia todo el mundo? Pregúntale a alguien si quien lo asaltó y robó era un pobre que no tenía para comer. NNNOOooo. Lo asaltaron para comprar lo que tienen, los que pueden comprar. A lo mejor lo ven más tarde en una de esas motoritas de moda, o en un “Four Track” o en un “Jet Ski” o en lo que sea que se ponga de moda de hoy en adelante. Y ese negocio es tan bueno que hay casas de empeño abiertas 24 horas. Como ves robar para comprar lo que sea, le conviene al negocio de los millonarios. ¿Para qué impedirlo? ¿Y quién se beneficia de eso? Solo un puñado de millonarios.

¿Y hablando de ladrones, tienes Tarjetas de Crédito? ¿Y las financieras? ¿Veinticuatro por ciento de interés? Los llaman cargos razonables. ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste la palabra Usurero? Desapareció del lenguaje común cuando se popularizaron las tarjetas de crédito y los préstamos rápidos.  Poco falta para  que la palabra Usura solo se encuentre en libros de historia y en letra chiquita como la de los préstamos de los Bancos. (Esos con los que pagamos por lo menos dos veces la casa o el auto.) Compra ahora y púdrete pagando. ¿Tienes idea de cuantas personas hipotecan su futuro comprando cosas que creen que necesitan o para tener, lo que, los que pueden, tienen?

La Publicidad manda a consumir ¿Y quién se beneficia de eso?
Solo un puñado de millonarios.

Pero… ¿Usted cree que esa economía, basada en el consumismo de lo innecesario  es la única  que hay, que no hay más na`? Tenemos que seguir hablando.

Hlcp @Jul 2010,Rev Mar 2012

*Galeano, Eduardo: Patas Arriba





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