viernes, febrero 17, 2012

Paz para el espíritu

El último mensaje de Spinetta: sus cenizas junto al monumento a nuestros muertos del blog de Alberto Nadra




El texto que sigue pertence a la pluma de Juan Salinas, en su blog Pajaro Rojo. Un abrazo "Pajaro", hermano de la vida.


Las cenizas de Luis Alberto Spinetta fueron depositadas ayer a escasos metros del impresionante monumento que lleva los nombres de todos los caídos, asesinados y desaparecidos por el Terrorismo de Estado. Gran parte de la crema de nuestra generación. Está en el Parque de la Memoria, en la Costanera Norte. En el mismo lugar dónde, cómo recordaran, quise arrojar al río las cenizas de mi hermano Luis Antonio (no pude hacerlo por inconvenientes familiares: la negativa de su hijo mayor) y dónde quiero que vayan a parar mis cenizas cuando me llegue la hora.

No tengo claro si las cenizas de Spinetta fueron arrojadas al río, o esparcidas al viento y ya son Parte del aire, o mezcladas con la tierra de la orilla. Las noticias son algo contradictorias. En cualquier caso este módico misterio vuelve aun más mágico un lugar de por si muy cargado de carga simbólica.

La foto que subió Dante Spinetta es la de una toma de agua para la red y parece indicar lo primero. Frente a la toma, sobre la costa, hay una estatua de metal (un hombre joven que a veces parace caminar sobre las aguas y durante las crecientes queda con medio torso fuera del agua) que simboliza a los muchos desaparecidos que tienen en el río su última morada. Sobre el lugar, ubicado muy cerca del Aeroparque pasan a baja altura muchos aviones, lo que vuelve materialmente imposible el olvido.

Los textos twitteados por Dante y Catarina Spinetta, en cambio, parecen sugerir que las cenizas fueron espolvoreadas sobre la tierra. En cualquier caso, me emociona hasta los tuétanos que Luis haya querido estar ahí, junto al cenotafio de nuestros queridos muertos que por regla general carecen de tumba. Tapándole así la boca a los bobos que lo pretendían indiferente a la suerte de la generación de sus pares y de sus primeros, jóvenes seguidores, sus hermanos menores.

Luis jamás me defraudó. Y casi siempre me sorprendió gratamente. Acaba de hacerlo otra vez, ya muerto. Su alma de diamante ha contribuido a dotar a ese lugar sagrado de más magia todavía, de blindarlo contra todos los males de este mundo.

Ahora tengo la certeza de que más pronto que tarde estaremos simbólicamente juntos para siempre.

Los dejo con un texto que escribio Luis Alberto en el aciago 1976 ("Doscientos años", para el albúm El Jardín de los presentes), el "pirulo" que publicó hoy Página 12 y una foto que tiene lo suyo.


Una palabra,
solo una palabra...
dame la brisa,
dame toda brisa...
suave junco,
junco de la orilla...
dame una palabra...

Doscientos años,
¿De qué sirvió,
haber cruzado a nado la mar?

PAZ
"Este es el lugar –dice el mensaje de Twitter–, los que quieran traerle una flor y despedirse de nuestro papá, lo pueden hacer al lado del Paseo de la Memoria, acá en la Costanera... paz." El mensaje está acompañado por una foto del lugar y lleva la firma de Dante, Catarina, Valentino y Vera, los cuatro hijos de Luis Alberto Spinetta, quienes ayer arrojaron allí sus cenizas.


1 comentario:

RosaMaría dijo...

Emociona tu entrada, una gran sensibilidad en ella y una hermosa descripción. Tengo que ir a ese lugar para re-conocerlo. Un abrazo y gracias por tus palabras. Besos.